lunes, 24 de septiembre de 2007

EL HADA Y LA NINFA


Un hada y una ninfa
cabalgan junto a mi,
el hada es de Irlanda
y se llama Midhir,
la ninfa es de charca
y le apodan Bepsamí.
Al hada solitaria
le gusta repetir
canciones suaves y dulces
que te acunan al dormir.
Sin embargo es mi ninfa
la que se muestra gentil,
luciendo su bello cuerpo
y tentando mi sentir.
Entre el hada y la ninfa
¿que va a ser de mí?
del hada me gusta su canto,
de la ninfa... para que decir.
potroviejo

jueves, 20 de septiembre de 2007

TRUENO


Suenan truenos lejanos
el cielo se viste de gris,
de gris se vuelve su manto.
Atruenan en mis oídos
esos relámpagos.
La furia de las diosas,
la ira de los dioses
deja escuchar su canto.
La fuerza de mil titanes
batallando.
Del horizonte lejano
al horizonte encontrado,
un rayo cruza el espacio.
¿Existen amores tan fuertes?
¿Existen amores tan altos?
¿Existen amores que quieran,
como abrasa el rayo?

potroviejo

FLOR


Se perdieron los besos
las caricias, los abrazos...
y ahora sentado, este día,
tu imagen se presenta
con aroma de brisa fresca.
Tu imagen, fantasma del recuerdo,
inunda este tiempo
en el que te abrazo,
entre los brazos de mi amor eterno.
Tu sonrisa reflejada, en ese marco,
me ilumina cual destello
y sujeta el corazón
que se me cae a pedazos,
recordando todo aquello.
Flor del jardín de mi vida,
amor de amor naciendo,
enraizaste en mi alma
hasta devorarme entero.
Del halo de tu ausencia,
ausencia sin quererlo,
me agarro como naufrago,
naufrago de un mal sueño.
Y me pego a tu cariño
y me pego a tu recuerdo,
ni lagrimas me salen
de este dolor tan seco.
Me duele el alma,
me duele el duelo,
me duele hasta la vida
que se escapa entre los dedos.
Pero la vida continua,
sin saberlo, emprendo el vuelo,
mientras tu te alejas sonriente
y yo... me sigo muriendo.

potroviejo

MI PLUMA


Mi pluma y yo somos compañeros
yo pienso y ella se arrastra por el papel,
plasmando lo que pienso.
Algunas veces se engancha,
se engancha en algún verso,
yo le animo a mi pluma
para que siga escribiendo.
Algunas veces me mira
esperando un pensamiento,
una idea, una palabra,
un suspiro o un lamento.
Pero mi pluma no entiende,
que escribir esto o aquello,
hace daño algunas veces
y otras gozas de contento.
Mi pluma solo quiere escribir
le es ajeno de donde sale el texto,
porque no puede entender
que se escribe con el sentimiento.

potroviejo

NO ME QUIERAS

No me quieras con ternura
que soy perro viejo.
No me quieras con locura
que mi meta es ser cuerdo.
No me quieras simplemente
que el amor pasó mi puerto.

Se cerraron ya los cielos,
se acabaron las palabras
del candor y del deseo.

No me hables con cariño,
no me beses,
no acaricies este cuerpo,
ni me mires con esa mirada
de esperanza y de sueño.

Que mi tiempo es pasado,
que el ladrido de esos perros
no me dejan escuchar tu aliento,
y mi piel endurecida,
y mi corazón de hierro,
no permiten que yo sienta
lo que quieres que sienta dentro.
Soy como caja vacía,
soy como ataúd ligero,
que esperando está el momento
de su cierre y de su entierro.

potroviejo

domingo, 16 de septiembre de 2007

ENSANCHA

Ensancha, vida, ensancha,
de los ruidos silenciosos
del olvido de un pasado,
quiero, Arte, expresar
el dolor que es causado.

Cada letra que se escribe,
cada frase, cada verso
que se arranca,
que se exige en la garganta,
de ese llanto que no para,
arrastrando un trozo de alma.

Impregnadas de locura
esas frases enlazadas,
que de amor o de cordura
poco a poco son volcadas.

Pedazos de pensamiento
que elucubra un cerebro
durante un instante envuelto
en el velo siempre inquieto
del amor y del encanto.

O el temor del desamor
que en oscuro encuentro
hace crecer el dolor
y clamar al corazón
sin descansar un momento.

Música de palabras,
sentires y pasiones
que se vuelcan al decir
esas frases enervadas,
enlazadas cual cuerpos
de amantes muy sutiles,
en la noche de su encuentro.

Donde ciegos de placeres
y de sueños, solo atienden
los impulsos de sus ruegos.

Pasión incontrolada
la de escribir palabras,
necesidad del alma
o tal vez del ego,
con eterno desespero
de ideas por surgir.

Canta, bardo, canta,
en tu canto no escondas,
como el polvo las alfombras,
tus sentimientos y el latir.

potroviejo

viernes, 14 de septiembre de 2007

ENTREGA CON MIEDO

Cuando la niebla se disipa
y aparece el sol de la mañana,
me pregunto cuantas heridas
traerá el alba.
No le tengo miedo al dolor,
que te forma y te agranda,
le temo más al candor
del pétalo que resbala,
dejando su aroma en la piel
posando su piel en mi alma.
Si el pétalo de esa flor
con su olor me embriaga,
si nubla mis sentidos
con su fragancia,
aumentando mi locura
agrandando mi esperanza
y me muestra ese camino
que soñando anhelaba,
Tiemblo como hoja
tiemblo como rama,
pensando que quizás
no sea flor cercenada,
sino rosa con espinas,
con espinas camufladas,
que al resbalar por mi mano,
en mi mano son clavadas
y desangran poco a poco
este cuerpo que temblaba.
Amor, bálsamo de agua,
del aroma de la flor
de la espina enarbolada
yo me entrego aun con miedo
yo me entrego a tu mirada.

potroviejo

AMOR Y SILENCIO

Cantos añoro de viejos cuentos,
las páginas rasgadas
los colores yertos.

Algunas palabras suspenden el tiempo,
otras en cambio avivan su fuego,
sonidos cálidos en mi cerebro,
momentos tranquilos que como viento
airean el alma y el pensamiento.

Sonido de una campana lejana,
amor que yace en el lecho,
desnuda se muestra sin secreto,
la piel como entrega,
los labios abiertos.

Desciendo a la profundidad de su mirada,
que pausada reclama, amor y deseo,
poso mis labios, en sus labios abiertos,
mi mano en su mano,
mi pecho en su pecho.

Y no suena ni una palabra,
que el gesto reclama
amor y silencio.

potroviejo

ALGUNAS VECES

Aunque algunas veces
la memoria me traiciona,
los sueños se emborronan
y los deseos se confunden.
Aunque algunas veces
no soy más que una pantomima
de mi propio ser,
grotesca y retorcida,
con un gesto de papel.
Aunque algunas veces
quisiera cumplir esa esperanza
que huyó de mí,
perdida en la bruma
de mi mente atormentada,
cansada de esperar
el siguiente amanecer.

Grito al cielo...
vacío de dioses comprensivos,
y mi garganta se desgarra,
en un alarido.
Perdido en el olvido
de cualquier recuerdo humano,
mi espíritu cabalga a horcajadas
sobre el lomo estremecido
del corcel de la desesperanza.
Si una lágrima saciara
mi carencia húmeda
del vital flujo acuoso,
lloraría años gustoso,
pero hasta las lágrimas
son saladas.

potroviejo

NO VOLVERÉ

No volveré a escribir bellas palabras,
no cantaré más veces al amor,
vaciaré el cajón de los sueños,
limpiaré el armario de delirios.
Cuando la luna asome con su luz llena
esconderé mis ojos tras los párpados.
Sellaré mis labios para que no besen,
volveré mi corazón de piedra.
Olvidaré los momentos de pasión,
no rozaré tu cuerpo nuevamente,
y tus labios, enorme tentación,
se borraran de mi memoria.
Vaciaré mis venas de la sangre que circula,
para que no quede un resquicio
de candor, ni de ternura.
Con mi cuerpo vacío y desprovisto
de toda sensación,
lo dejaré secarse en el olvido,
esperando que un buitre amigo,
de él, de buena razón.

potroviejo

MUERTE

Entre las piedras de aquel cementerio,
recordando los cuerpos que hoy yacen muertos,
estatuas frías, flores marchitas, grandes silencios.
Seres que fueron palabras y movimiento;
amores enterrados;vidas de otros tiempos;
sueños que acabaron, en sueños ciertos;
esfinges y lápidas de puro cemento.
Paseo entre almas que seres fueron,
hoy cenizas o apenas unos huesos,
suspiros de cuerpos, cuando las mentes
recuerdan y añoran los muertos.
Silueta del viejo ciprés, que siempre allí serio,
vigila la sombra que cubre el silencio.
La muerte no es dama de negro encuentro,
solo es un sueño que se sueña despierto.
La muerte es distancia y perder el recuerdo.

potroviejo

jueves, 13 de septiembre de 2007

CERRE LA PUERTA (ClosingLisboa - Agosto 2007)


Cerré la puerta de los recuerdos,
para mirarte.

El peso de aquel sueño roto,
fue nube que se llevo el viento.

La paz me invadió;
la inocencia volvió a mis ojos,
y a mi sonrisa.

No fabriqué otro sueño;
solo me senté a respirar
el aire de la noche junto a ti,
mientras las horas
pasaban placenteras,
y algunas palabras huían desgastadas,
porque, otras, tenían su propio latido.

Aquí estás, cercano, duro y tierno,
como yo que, desnuda de velos,
me doy tal como soy.

Closing Lisboa
Agosto 2007

martes, 4 de septiembre de 2007

RONDA A UNA DAMA ALEJADA ( Rimbaud - Septiembre, 2007)


Hoy, he presentido el futuro incierto de mi vida
mientras recorría estos caminos donde antes
jugaba alegre, en mi pronta juventud perdida;
y revivido, en semblantes apenas recordados,
los tiempos que no se hallan ahora presentes,
transformados en imprecisos rictus olvidados.
Pero, dejémoslo, que ya lo doy por mal perdido.
Veo que, lo que fuera sentimiento, es rechazado.

Me han acercado a tus puertas, muy fogosos
de un potranco, los pasos bravos, prolongados.
Soportando mis doloridos pasos presurosos,
aún recorro senderos de guijarros aguzados
y mil poemas, que relatan amores venturosos
mientras busco sonidos armónicos, recitados
con hilos de voz que ansían parecer hermosos
tejiendo, entre suspiros, los deseos anhelados.

Noble bruto que al llegar al recinto rebullía,
desmontando al jinete impaciente y agitado.
Una luz suficiente: una ventana y una bujía
que portaba sombras fantasmales al terrado.
Mas, no era a los fantasmas a quien yo temía,
sino a tus ausencias, y a tu mirar tan alejado.
A que me ignoraras deliberadamente, tan fría
como si no suscitara en ti ni un gesto amado.

Cuando hoy, en el pétreo quicio de una puerta,
embriagado por los rumores de la tibia noche,
a la sombra de una terraza florida, engalanada,
descabalgo, como un muñeco, ante el porche
de la casa donde moraba mi dama, la adorada.
Ante el ventanal, que refulge como un broche,
alzo al cielo turbio y a la luna gris una mirada;
cursando ardientes reclamaciones sin reproche.

Una luz, es el fanal de una ventana entreabierta,
adornada de magnolios y de rosas encarnadas.
Una puerta de madera, dispuesta y casi cerrada,
y las cortinas, medio descorridas o desveladas,
darán paso a tu presencia esquiva y silueteada.
No puede ser un caballero tan herido por lanzadas,
desdenes, juegos y risas de chanza intencionada;
flores con espinas de silencio y esperas desairadas.

No ruegues a Eros, dios del querer, que no te ame
ni des negligente quejumbre al lucero que te excita;
aunque, en silencio y ausencia, la pasión te llame.
Escucha a solas la voz del corazón, que te suscita
que la pujanza de tu emocionalidad venal se inflame
con la vehemencia de ardor carnal con que te invita.
Nunca pienses que rendirse a gozar es cosa infame
cuando, a tu candoroso oído, un poeta cantor recita.

Mis agudas baladas, te reclaman en su contento;
y el agua, deslizándose por arroyos rumorosos,
sortea la verdeante piedra gris del pensamiento
y brota en caudal del seno de tu pozo venturoso.
Es inevitable que no quieras domar tu sentimiento.
Sin pedirlos, vendrán momentos muy hermosos
en que el amor te alcance en ardoroso intento
sumergiéndote en un manantial fluido y gozoso.

Por mucho que algunos te trastornen la cabeza,
alumbrarás de tu redondo vientre la conciencia,
tomando la plenitud de tu sentir y su fiel belleza;
todo aquello que no conseguirá nunca la ciencia.
He amado siempre el excitable ardor de tu fiereza
disfrazada de voluptuosidad, e inquieta paciencia,
haciéndome desesperar en el deseo de tu terneza
hasta alcanzar el árido recelar de tu inclemencia.

No podrás jamás, niña dorada, evitar reflejarte
en el lago azul de los cisnes que aún palpitan
a la vista de alguna de mis estrellas titilantes;
O que, reflejos de luna, en el agua se derritan.
En la sombra del jardín, oculto mi yo galante,
y los versos de frases ingeniadas que recitan
lo que no puedo jamás reprimir de mi talante.
Los recuerdos, de fogosa excitación, no evitan
que pueda ansiar tu blanca piel besar constante.

Abrid de una vez la balconada a quien declama.
Dejad que entre el soplo del amor en los adentros.
Hacedme lugar junto a las sedas de vuestra cama.
Ved que vivir es mi motivo y razón de sufrimientos,
y mi pasión, es un placer reclamado de plena gana.
Al pie de la luna, subyugado a los propios vuestros,
os ofrezco dejar tendido mi gorro de plumaje grana
como tributo de un hombre feliz, al amor presto.

Rimbaud