martes, 26 de mayo de 2009

UN HILO DE VOZ (RimbaudVerlaine)

No creí que fuera tu charla, aparte,
la que intimidara mi temor inquieto.
y pusiera tu deseo en lugar incierto.
pensando en una forma de amarte.

Huyes de la clave de fa de mi llamada,
profundo sonido de amor susurrado,
desechando entonar en sol brillante,
para emitir un do de pecho, inflamada.

No me pidas que te quiera sin palabras,
salvo poniendo tus largos dedos
sobre el vértice labial de tu boca,
pidiendo que no continúe en mis obras.

Pero, qué puedo hacer, cuando te miro
escurrir el bulto a mi ansiosa presencia,
ocultando tras un velo sutil tu decencia,
lanzando cómplices guiños entendidos.

Cómo podría dejarte jamás, con gana tanta,
con los besos a flor del alma enamorada,
para no desnudarte presta a mi llamada,
con un hilo de voz quebrado en tu garganta.

Rimb.

FELICIDADES ( RimbaudVerlaine)


Felicidades,

No sé cómo puedes mantener el corazón tan junto
cuando las fibras se desgarran hasta tal distancia.
Debe ser que yo, en mi inconsciente ignorancia,
no sea capaz de unir mis sentimientos a ese punto.

Solo las manos de una mujer pueden bordar la vida
con el primoroso cuidado de quien teje una familia.
Porque sé eso y, en cierto modo, siento la envidia,
permíteme que te remita estas palabras agradecidas.

Estoy cierto que caminas sino que, incluso, vuelas
por encima de los mares y más aún, de otras tierras
usando libre de los poderes mágicos que encierras
Y, por algunas cosas de más que yo me invento,

dejadme que hoy, con vuestro permiso os diga
que “Lavanda” es una artista, a la que Dios bendiga
que nutre de colores dulces las telas de lino yermas,
y genera en sus entrañas el amor, como alimento.

Felicidades,

Rimb.

ZARANDAJAS (RimbaudVerlaine) Mayo 2009


Zarandajas.

Zarandillas, zarandonas,
que parecen gigantonas
cuando saltan las chiquillas
bailando encima de las pajas
como si fueran dos monas
sobre los restos de trilla.

Llegó el tiempo del estío
con las cosechas tan granas
que endulzan las mañanas
junto al olor del pan frío
refrescado en la ventana
que luego se pone en el lío.

Ya se van los labradores
hacia las tierras floridas.
Van colmados de canciones
en busca de las espigas
y vuelven con ramilletes
de flores y mil sudores

Porque la siega es intensa
y las espigas se brozan
cuando la hoz que las corta
pierden los filos que rajan
y las tronchan, o arrojan
desechadas como paja

¡Madre, que quiero beber
del agua fresca del río,
y tengo que recoger
agua para mi marido!
Para serenar sus ardores,
sin que se me quede frío.

¡Ve, y no tardes chiquilla!
y que no se agarrote
si la sed le atenaza,
que no pueda ni pasar
ni un bocado de carnaza
por el hueco del gañote.

Pronto yo he de volver
porque en el arroyuelo
quedó, vigilando jarras,
un pariente de mi abuelo:
el que tenia las parras
que casi tocaban el suelo.

Pero eso será muy luego,
ya en tiempo de vendimias,
beberemos de aquel mosto.
Ahora hay que beber agua
que aún estamos en Agosto
y del sol no nos alivias.

¡Mira como danzan las niñas
como si fueran monas
que saltaran el rastrojo!
Anda, no tardes muchacha
que los hombres ya te esperan
para sacar la navaja

y hender un queso apretado
en pan cortado a rodajas.
Almorzarán bajo un árbol
y echarán sueños de majas.
¡Vuelve enseguida con agua,
y déjate de zarandajas!

Aún bailan las chiquillas
saltando como las monas
sobre los haces de paja
mientras, el sol que baja
enrojece nubecillas.
Zarandillas, Zarandonas,

Zarandajas.


Rimb