jueves, 18 de septiembre de 2008

A UNA POETA AUSENTE ( Rimbaud- Sept.2008)

Me gusta tu modo de contar,
del más noble estilo sincero.
Entender bien lo que dices;
precisa de mucha calma
para comprenderlo entero,
sin que se duela el alma.

Me llegan estas palabras,
pero no acuden las otras:
aquellas que no se riman,
lo que echo en falta aquí.
Y no se suplen con versos
ni con cantos de guitarras.

Los navíos surcan el agua
aún con los malos vientos;
encerrándolos, prisioneros
en su recia cárcel de velos.
Hay que seguir su ejemplo
dándole tiempo al tiempo.

No recibo de ti cosas nuevas
ni aunque fueran las viejas,
puntualmente actualizadas.
Cualquier noticia me vale;
para tranquilizar mi ánimo,
no tienes que inventar nada.

Quizá es que no estás bien;
(a veces vienen mal dadas,
y no sabemos de quienes
nos llegan las bofetadas).
El secreto es aguantarse
y esperar otras jornadas.

Si estás herida, te sanarán
las suaves vendas del alba;

los tónicos de mil sonrisas;
los llantos que limpian caras.
O esa sinceridad, que duele
cuando se aplica en las llagas.

Te contaré algo de mí,
por si te llega mi carta.
y tu la quisieras abrir
para saber lo que pasa.
Te diré que he cambiado
de maneras y de vida.

Hoy, ya no necesito vinos
para sacarme las palabras
que enturbiaba la resaca.
Ahora es solo el agua fresca
que brota de fuentes claras
la que emborracha mi alma.


Rimb