jueves, 20 de septiembre de 2007

TRUENO


Suenan truenos lejanos
el cielo se viste de gris,
de gris se vuelve su manto.
Atruenan en mis oídos
esos relámpagos.
La furia de las diosas,
la ira de los dioses
deja escuchar su canto.
La fuerza de mil titanes
batallando.
Del horizonte lejano
al horizonte encontrado,
un rayo cruza el espacio.
¿Existen amores tan fuertes?
¿Existen amores tan altos?
¿Existen amores que quieran,
como abrasa el rayo?

potroviejo

FLOR


Se perdieron los besos
las caricias, los abrazos...
y ahora sentado, este día,
tu imagen se presenta
con aroma de brisa fresca.
Tu imagen, fantasma del recuerdo,
inunda este tiempo
en el que te abrazo,
entre los brazos de mi amor eterno.
Tu sonrisa reflejada, en ese marco,
me ilumina cual destello
y sujeta el corazón
que se me cae a pedazos,
recordando todo aquello.
Flor del jardín de mi vida,
amor de amor naciendo,
enraizaste en mi alma
hasta devorarme entero.
Del halo de tu ausencia,
ausencia sin quererlo,
me agarro como naufrago,
naufrago de un mal sueño.
Y me pego a tu cariño
y me pego a tu recuerdo,
ni lagrimas me salen
de este dolor tan seco.
Me duele el alma,
me duele el duelo,
me duele hasta la vida
que se escapa entre los dedos.
Pero la vida continua,
sin saberlo, emprendo el vuelo,
mientras tu te alejas sonriente
y yo... me sigo muriendo.

potroviejo

MI PLUMA


Mi pluma y yo somos compañeros
yo pienso y ella se arrastra por el papel,
plasmando lo que pienso.
Algunas veces se engancha,
se engancha en algún verso,
yo le animo a mi pluma
para que siga escribiendo.
Algunas veces me mira
esperando un pensamiento,
una idea, una palabra,
un suspiro o un lamento.
Pero mi pluma no entiende,
que escribir esto o aquello,
hace daño algunas veces
y otras gozas de contento.
Mi pluma solo quiere escribir
le es ajeno de donde sale el texto,
porque no puede entender
que se escribe con el sentimiento.

potroviejo

NO ME QUIERAS

No me quieras con ternura
que soy perro viejo.
No me quieras con locura
que mi meta es ser cuerdo.
No me quieras simplemente
que el amor pasó mi puerto.

Se cerraron ya los cielos,
se acabaron las palabras
del candor y del deseo.

No me hables con cariño,
no me beses,
no acaricies este cuerpo,
ni me mires con esa mirada
de esperanza y de sueño.

Que mi tiempo es pasado,
que el ladrido de esos perros
no me dejan escuchar tu aliento,
y mi piel endurecida,
y mi corazón de hierro,
no permiten que yo sienta
lo que quieres que sienta dentro.
Soy como caja vacía,
soy como ataúd ligero,
que esperando está el momento
de su cierre y de su entierro.

potroviejo