sábado, 31 de marzo de 2007

REFLEXIÓN 3. (Lone Star)


Tú eres lo único importante, hasta una farsante lectora de manos lo dijo, en tu vida hay un hombre, (personalmente añado, genéticamente multiplicado por dos, con una generación vehicular intermedia), que es lo único que te importa y te influye. No hay amores, ni ha habido, ni los habrá. Esta persona, multiplicada por dos por milagro de la biología, son mi ascendiente y mi descendiente, dos distintos, pero en definitiva, y en características de todo tipo, el mismo, la genética es algo maravilloso. (En casos como éste, al menos)

Yo como individuo, persona, ente pensante y racional, tenía unos proyectos previstos, descritos por un profesional como de triunfadora, (jajaja); que se vieron truncados por las circunstancias ajenas a mi, en las que nada pude controlar. Una vez tomada conciencia de que el proyecto se fué en el espacio-tiempo, hacia otras dimensiones, por allá estará, mi otra opción de vida, anulada en estas coordenadas.

Soy realista, (ante todo), y consciente de que lo que no pudo ser, no puede ser en su momento nunca más... "A la recherche du temps perdu", es una utopía. Estamos aquí y ahora, y nada es como pudo ser hace años. Habrá, (quién puede adivinarlo o predecirlo), otras circunstancias o no. Pero lo que pasó de una forma, es irreversible, a menos que dominemos la dimensión espacio temporal.
Vaga exposición la que he hecho, para justificar, el que al día de hoy, y presumo que en lo que me quede de vida, es mi joya de la corona, mi obra, mi aportación, y mi orgullo y sentido de haber vivido. Solo por haberlo presentido, tenido dentro, y privilegiadamente convivido juntos, es lo que da una justificación actual a mi existencia. Y son tan parecidos.... con mi generación de por medio frustrada.


El mundo es tuyo, hijo mío, no cambies, sigue siendo la persona íntegra, honesta y altruista, que fué tu abuelo y que ahora eres tú, con las variaciones lógicas de la época en que te toca vivir, pero el espíritu es el mismo, y en un sentimiento ególatra y presuntuoso personal, creo haber sido meramente, el nexo de unión, y transmisión de valores, y de características únicas, en tu materialización.



Soy o he sido, el peldaño o hilo conductor, inter generacional, de una serie de virtudes, de las que quizá yo he carecido, pero que tengo el inmenso orgullo, de, por mor de la biología y la genética, haberte casualmente y voluntariamente tambien, transmitido. En lo que a mí respecta, eres el objetivo de haber nacido yo, para que ahora, para bien de todos, y sobre todo espero que para el tuyo, existas, hijo mío.







Lone Star