sábado, 25 de agosto de 2007

A Juan Manuel Serrat

Apareces
y esa voz, la bondad
en la mirada de ojos tristes y la sonrisa,
rompe el velo del olvido,
irrumpe trayendo olores, ambiente
y añejos sentimientos
con ese sabor a chocolate
del más fino y dulce bombón.

Sentada en la escalera del patio
una tarde entre las de mayo,
yo cantaba las declinaciones latinas,
la enredadera jugaba entre mis piernas,
tus olas susurraban mis oídos
y deseé a mis once años conocer ese mar,
“porque tú naciste en el Mediterráneo”.

La incertidumbre de adolescente,
¿qué hacer?
y me presentaste a Machado
entre juegos de palabras,
que solo el tiempo me hizo comprender:
“…caminante no hay camino,
se hace camino al andar..”

Mis lágrimas han sido acompañadas
por esa “Balada de otoño”
que no puedo cantar sin llorar
ni estar mal sin cantar.
“..qué por una sonrisa, doy todo lo que soy”.

Y “cumplí veinte años”
con un “pobre poema de amor”,
aprendí a entender en catalán
“sencillas palabras de amor”,
me emocionaste en mi vida
como hija y como madre con:
“qué va a ser de ti lejos de casa,
nena que va a ser de ti..”
Y canté, “...para la libertad...”
contigo y otros poetas.

Mas no sé si podré perdonarte
que me descubrieras y …¡chivato!,
lo publicaste a los cuatro vientos...
..”Te levantarás despacio,
poco antes de que den las diez
y te alisarás el pelo..”

Gracias por ser
una de “aquellas pequeñas cosas,
que me dejó un tiempo de rosas…”.
Y sigue sorprendiendo como juglar
mis sentimientos, mi vida,
y se siempre ..”un árbol talado
que retoña y aún tiene la vida..”.


Sol (Mujer de Rojo)