martes, 23 de marzo de 2010

NO ME PREGUNTÉIS MAS (RimbaudVerlaine)



No me preguntéis más
lo que veo cada mañana,
cuando me asomo a la luz
de esta tranquila ventana.


Lo que veo, es lo que está
brillando con la alborada.
Los hombres, madrugadores;
las mujeres, enfaenadas.


Eso está ahí, desde siempre,
lo que marcó nuestras vidas,
y que tomé por costumbres
que daban ritmo a las mías.


Me está faltando tu voz
el brillo gris de tu mirada,
y divisar tu alejada sonrisa
en suave perla engastada.


No me preguntéis más
por qué, tiritando, aguardaba
emparejándome las manos
mientras, vibrante, escuchaba:


Tus pasos en la escalera,
la premura de las pisadas,
trepando hasta la estancia
que siempre será tu casa.


No me preguntéis más
qué esperaba a tu entrada,
y, al abrirte nuestra puerta,
el abrazo que anhelaba.

No me preguntéis más,
qué es lo que luego pasaba,
cuando sentía tu presencia
ciñéndome con tus brazos.


Ensombrecías mi ventana:
arrimabas, a la mía, tu cara;
y, alzándome con tu fuerza,
me echabas sobre la cama.

Para explicar mi mutismo
no sabría que deciros.
No bastarían palabras
para romper los silencios.


No me preguntéis más
porqué ahora, cada mañana,
cierro enseguida los visillos
para sumergirme en mi nada.




Rimb

1 comentario:

Anónimo dijo...

Par qué preguntar... uno mismo tiene las respuestas.
Abrazo... Esther